Las serpientes pueden detectar vibraciones en el suelo y sentir la presencia de presas cercanas.
Las tortugas marinas pueden viajar miles de kilómetros en el océano durante sus migraciones.
Algunas serpientes, como la pitón reticulada, pueden comer una sola vez al año y luego pasar varios meses digiriendo la comida.
Los cocodrilos pueden cerrar sus fosas nasales y oídos mientras están debajo del agua.
Los caimanes y los cocodrilos tienen una mordida extremadamente fuerte que puede aplastar los huesos de sus presas con facilidad.
Los cocodrilos tienen una glándula especial en su boca que les permite eliminar el exceso de sal de su cuerpo, lo que les permite vivir en agua salada.
Algunas especies de serpientes son ovíparas, lo que significa que ponen huevos, mientras que otras son ovovivíparas, lo que significa que incuban los huevos dentro de su cuerpo y dan a luz a crías vivas.
El lagarto chino es capaz de correr sobre el agua a una velocidad de hasta 1,5 metros por segundo.
Las serpientes no tienen orejas externas, pero sí tienen oídos internos que les permiten detectar sonidos de baja frecuencia.
Las iguanas tienen una lengua muy sensible que les ayuda a detectar la presencia de depredadores y alimentos.
Los reptiles más antiguos conocidos son los cocodrilos, que han existido en la Tierra durante más de 200 millones de años.
Las serpientes pueden regular su temperatura corporal exponiendo diferentes partes de su cuerpo al sol o a la sombra.
Las serpientes tienen un sentido del olfato muy desarrollado que les permite detectar presas y depredadores a larga distancia.
Algunas especies de serpientes pueden cambiar el color de su piel para camuflarse con el entorno y evitar ser detectadas por depredadores.
El camaleón pantera es capaz de lanzar su lengua a una velocidad de hasta 6 metros por segundo para capturar insectos.
Los cocodrilos tienen una estructura especial en sus ojos llamada «tapetum lucidum» que les permite ver con poca luz.
Las serpientes marinas tienen glándulas salinas en sus cabezas que les permiten eliminar el exceso de sal de su cuerpo mientras beben agua de mar.
El lagarto de lengua azul, que vive en Australia, tiene una lengua muy larga y azul que usa para asustar a los depredadores.
Las tortugas tienen un caparazón duro que les protege de los depredadores y les permite esconderse en lugares seguros.
El lagarto Gila, que vive en América del Norte, es capaz de sobrevivir sin agua durante meses, almacenando el agua que necesita en su cuerpo.
Los camaleones pueden mover sus ojos en diferentes direcciones independientemente el uno del otro, lo que les permite tener una visión periférica muy amplia.
La serpiente más grande del mundo es la anaconda verde, que puede medir hasta 10 metros de largo y pesar más de 250 kg.
Las serpientes pueden tragar presas enteras que son mucho más grandes que su cabeza gracias a la estructura especial de su mandíbula y cráneo.
El gecko de la isla de Madagascar tiene dedos muy pegajosos que le permiten caminar por techos y paredes verticales.
Algunas especies de serpientes venenosas tienen un veneno tan potente que puede matar a un ser humano en cuestión de minutos.
Las tortugas marinas son capaces de navegar miles de kilómetros a través del océano para llegar a sus lugares de alimentación y reproducción.
Los lagartos cambian de color según su estado de ánimo y temperatura corporal, oscureciéndose cuando tienen miedo o están fríos y aclarándose cuando están contentos o calientes.
La iguana marina es capaz de pasar largos periodos de tiempo debajo del agua gracias a una estructura especial en su cabeza que le permite respirar aire atrapado en su boca.
El cocodrilo de agua salada es el reptil más grande del mundo, llegando a medir más de 6 metros de largo y pesar más de 1000 kg.
Las serpientes de cascabel pueden detectar la temperatura de sus presas gracias a un órgano especializado en su nariz llamado foseta loreal.
Los cocodrilos son capaces de aguantar la respiración durante más de una hora mientras cazan bajo el agua.
Las serpientes venenosas tienen una cabeza en forma de triángulo que les permite abrir la boca y morder a sus presas de forma más efectiva.
Los lagartos de la familia Agamidae tienen una cresta en la cabeza que se asemeja a una corona, lo que les ha dado el apodo de «lagartos coronados».
La mamba negra es la serpiente más rápida del mundo, capaz de moverse a velocidades de hasta 20 km/h.
Los cocodrilos son capaces de regular su temperatura corporal de forma similar a los mamíferos, lo que les permite sobrevivir en ambientes muy fríos o muy calurosos.
Las serpientes de mar son capaces de respirar a través de su piel, lo que les permite permanecer bajo el agua durante largos periodos de tiempo.